Si una novela comienza con Conrad, dice mucho de ella. Y si la novela bebe de Fitzgerald y de Faulkner, dice aún más. La crítica, o la editorial, definió El Asedio (Alfaguara, 2010) como el novelón de Pérez-Reverte. Nada más lejos de la realidad.No estaban al tanto de lo que el autor tenía entre manos. En El tango de la Guardia Vieja encontramos todos los elementos de Reverteland. Y no sólo que sus dos protagonistas, Max y Mecha, tengan dentro de sí mismos todas las características de los personajes revertianos. También miradas y héroes cansados, actitudes y comportamientos ante la vida, la dignidad final, la asunción de las reglas, el iceberg, el Titanic, la biblioteca que arde, el refugio, la trinchera, el libro, la botella de Vranac junto a los amigos, etc En El tango de la Guardia Vieja hay una apuesta, dos músicos. Un tango frente a un bolero. Troeye se enfrenta a Ravel por componer la melodía más bella del mundo. Troeye parte con ventaja. Junto a él, la mirada miel de Mecha,